Mario Hidalgo Ortiz (26) le asestó cinco mortales puñaladas en el abdomen a su papá, Ricardo Leonidas Hidalgo Frías (62), ayer en su domicilio ubicado de la urbanización Santa Rosa, Piura
Ante los agentes del Departamento de Investigación Criminal de Sullana (Piura), el joven esquizofrénico Mario Hidalgo Ortiz (26) confesó que fue el autor de las cinco puñaladas que acabaron con la vida de su padre, en respuesta a una “orden de los espíritus diabólicos”.
Producido el asesinato, la policía manejaba la hipótesis de que Hidalgo haya originado tan brutal baño de sangre como parte de un ritual satánico, pues según sus vecinos, era un confeso adorador del demonio.
Esta teoría era reforzada por la estrella de cinco puntas que el homicida llevaba tatuada en la frente, así como la barba crecida que tenía semejante a la de una figura diabólica. Además, moradores de la urbanización Santa Rosa, en Sullana, Piura, ya habían manifestado que estaban aterrados por los continuos gritos desgarradores que este emitía.
Los custodios que capturaron a Mario Hidalgo tras el crimen , hallaron entre sus pertenencias, pastillas tranquilizantes.
En tanto, el cuerpo de su padre es velado en la casa que compartió con su hijo y homicida, lugar donde también perdió la vida, en Piura.
PERU
Ante los agentes del Departamento de Investigación Criminal de Sullana (Piura), el joven esquizofrénico Mario Hidalgo Ortiz (26) confesó que fue el autor de las cinco puñaladas que acabaron con la vida de su padre, en respuesta a una “orden de los espíritus diabólicos”.
Producido el asesinato, la policía manejaba la hipótesis de que Hidalgo haya originado tan brutal baño de sangre como parte de un ritual satánico, pues según sus vecinos, era un confeso adorador del demonio.
Esta teoría era reforzada por la estrella de cinco puntas que el homicida llevaba tatuada en la frente, así como la barba crecida que tenía semejante a la de una figura diabólica. Además, moradores de la urbanización Santa Rosa, en Sullana, Piura, ya habían manifestado que estaban aterrados por los continuos gritos desgarradores que este emitía.
Los custodios que capturaron a Mario Hidalgo tras el crimen , hallaron entre sus pertenencias, pastillas tranquilizantes.
En tanto, el cuerpo de su padre es velado en la casa que compartió con su hijo y homicida, lugar donde también perdió la vida, en Piura.
PERU
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